¿Sabes qué me pasó en el Ironman de Vitoria?

He vivido una experiencia transformadora.

Te la voy a contar, quizá pueda ser útil para ti.

El pasado 14 de Julio era el día, el objetivo del año, todo el trabajo estaba estructurado para bajar de las 10 horas.

Todo el esfuerzo, las horas de entrenamiento, con sus días buenos y los no tan buenos…

Con todo…

No sé si sabes lo que significa para mi la obsesión…

El fin de semana del 6 y 7 de julio, justo la semana de antes del la Gran Cita, me puse mal…muy mal. Tanto, que tuve que ir a urgencias. Mi cuerpo dijo “hasta aquí” no podía moverme, me dolían las manos y los pies…total, me dieron un diagnóstico, tras hacerme pruebas, de mononucleosis…por un momento, sentí que aquello no podía estar sucediendo…a una semana de Vitoria.

Lo acepté, tenía que parar…y eso dije.

Me prometí que haría todo lo que estuviera en mi mano para mantener el objetivo.

Los días pasaron y comencé a entrenar, muy suave, todo iba bien... aunque el martes todavía me levantaba con agarrotamiento en las manos y pies…

¿Cómo iba a hacer el Ironman en aquella situación?

Confié y mantuve el foco, poco a poco…continué avanzando cada día…hasta que el jueves, preparé todo. 

Estaba listo. Iría a por mi objetivo, con todo.

Llegué a Vitoria, me aclimaté, seguía con los entrenos y todo iba bien. 

Y llegó el día.

Tengo que confesarte que disfruté muchísimo de todo, de cada momento…

Comenzó la prueba, hice la mejor natación de mi vida, ritmo 1´35´´ los 100 metros.

Continué al segmento de bici, 180 km… a tope! Motivación arriba, me sentía bien, llegué a llevar 37km/h de media…

Terminé este segundo segmento con 30 minutos de margen para cumplir mi objetivo… pero mi cuerpo empezó a protestar… el estómago, la respiración… en el 1º km… decidí que no podía seguir así, sabía que no era posible y abandoné.

La verdad que tras un primer momento de rabia, supe reconocer lo que había conseguido, después de lo vivido hacía una semana… y me sentí orgulloso. Pese a todo, estaba satisfecho. 

Lo di todo.

La obsesión me mantuvo enfocado, en pocos días reubiqué objetivos y sigo adelante.

Muchos me escribisteis dándome ánimo. Lo agradezco infinito.

¿Sabes algo?

Cuando dominas la obsesión, no te vienes abajo, recalibras y vuelves a trabajar, hacia tu objetivo, sin dudar.

¿Entiendes qué es para mi la obsesión?

Es el eje central de mi libro, que acabo de sacar a la luz. Otro de los objetivos que tenía.

Lo he escrito para ayudarte si quieres mejorar tu capacidad de compromiso, de esfuerzo, de tenacidad y disciplina;  para saber tomar mejores decisiones en momentos de dificultad… y sobre todo para encontrar tu mejor versión y entender, que el arte de la obsesión es la mejor manera de empezar a darle forma a su mejor versión.

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Gracias por estar ahí.

Un abrazo.