¿Por qué eres un puto vago?

Ya era hora de que alguien te lo dijera

Lo bueno de la newsletter es que puedo hablar sin filtros. Perdona por empezar tan contundente, pero me voy a tomar el lujo de hablarte así de directo. Ya era hora de que alguien lo hiciera. Lo hago con todo el cariño del mundo.

La pereza, el fenómeno global que nos atormenta a cada uno de nosotros en este planeta. Ya sea quedándonos en la cama hasta las 2:00 de la tarde o pasando todo el día viendo una temporada en Netflix, todos somos culpables de ser unos putos vagos. Lo curioso es que ninguno de nosotros sabe por qué. Ninguno de nosotros quiere ser un vago; nos hace sentir deprimidos, inseguros y con la tentativa de estar comparándonos constantemente. Pero, aún siendo conscientes de ello en lo más profundo de nuestro ser, no es suficiente para generar en nosotros un cambio. Así que estoy aquí hoy para decirte una cosa muy simple:

TODO ES TU CULPA

También te digo que si crees que voy a darte la razón mágica por la que no te esfuerzas, ya te adelanto que puedes dejar de leer porque no la vas a encontrar. Para hacer algo de provecho con tu vida, el 90% consiste simplemente en hacer acto de presencia a diario. Necesitas asumir la responsabilidad y admitir que esto es tu culpa y solo tú puedes solucionarlo.

Hay algo dentro de ti que sabe que hay algo más allá, algo que eres capaz de lograr, pero hay bastantes cosas que te detienen en este momento. En última instancia, tienes una decisión que tomar. En mi corto recorrido de vida, existen dos razones por las que la gente fracasa.

  • Razón número uno: se rinden.

  • Razón número dos: pierden su oportunidad.

La suerte no existe. Pero eso daría para una conversación aparte con un buen café. La suerte se da cuando la preparación se encuentra con la oportunidad. Así que si lo piensas, si haces acto de presencia todos los días, hay cero posibilidades de que pierdas tu oportunidad, mientras que si eres un puto vago, probablemente la perderás. Te voy a poner un ejemplo. 

Contexto: partes con una mínima base por explotar. Es decir, tienes opciones. Aunque sean remotas. Ahora, 4 años de tu vida por delante para buscar clasificarte para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Si pones el foco en hacer acto de presencia todos los putos días durante los siguientes 1460 días, ten por seguro que tendrás muchas más opciones de poder conseguirlo. Es obvio, pero ni dios lo aplica, ¿por qué?

Así que las dos opciones que tienes:

  1. Opción número uno: seguir sintiéndote mal contigo mismo, quejándote a diario y ver cómo tu vida va cuesta abajo lentamente.

  2. Opción número dos: ponerte a trabajar de una puta vez.

Vamos por partes. Para solucionar el problema, necesitamos entender qué es, y el problema con el que estamos lidiando actualmente es en última instancia: la pereza.

Pero ¿qué es exactamente la pereza?

Bueno, si lo piensas, es simplemente pasar tiempo haciendo cosas no productivas, por lo que realmente es un problema de gestión del tiempo. Afortunadamente para ti, tengo la solución perfecta para eso.

Pero te la contaré la semana que viene. De momento están abiertas las PLAZAS en FLOW Performance AQUÍ.

Si aún necesitas conocerme algo mejor y coger confianza, te dejo por aquí mi historia.

Voy a disfrutar de unos días por París, en los que serán mis primeros Juegos Olímpicos.

Perdón por decir tantas veces p*to vago, perdón PUTO VAGO (se me ha olvidado que no hace falta poner asterisco aquí)

Gracias por leerme, de corazón.

Pablo