Las preguntas que mereces

Cómo dejar de ser un puto vago

Vamos a desglosarlo paso a paso. Para resolver cualquier problema, primero necesitamos entenderlo, y el obstáculo con el que estamos lidiando aquí es, en esencia: la pereza.

Pero, ¿qué es exactamente la pereza?

Si te pones a pensar, la pereza no es más que pasar el tiempo en actividades que no te aportan nada. En realidad, estamos hablando de un problema de gestión del tiempo. La buena noticia es que tengo una solución para eso.

Cuando se trata de gestionar tu tiempo, hay una palabra clave que puede resolver casi todos los problemas que enfrentas: dirección. La razón por la que te sientes perezoso o desperdicias tu tiempo es porque no tienes algo mejor que hacer. Así que ese es el primer paso: descubrir qué es lo que realmente quieres hacer. Siéntate en silencio, sin distracciones, y hazte estas tres preguntas:

¿Qué quiero lograr este año?

¿Qué quiero alcanzar en los próximos cinco años?

¿Por qué es importante para mí lograrlo?

Una vez que hayas respondido a estas preguntas, deberías tener una idea más clara de la dirección en la que quieres que tu vida se encamine. Lo siguiente es asegurarte de mantenerte en ese rumbo, y para lograrlo, hazte otra pregunta:

¿Cuáles son las tres tareas diarias que, si las completo consistentemente, me asegurarán alcanzar mi objetivo de un año?

En mi caso, me di cuenta de que quería darle un giro de 180º a mi vida, demostrándome que cualquier resultado que obtuviera al otro lado de enfrentarme a mis miedos e inseguridades, merecería la pena. Y aquí estamos, 2 años después con más de 10 competiciones Ironman a mis espaldas, un libro escrito y su reedición posterior ahora a la venta, una formación para saber como convertirte en atleta híbrido desde cero y una comunidad de obsesionados de más de 25K personas. No está nada mal.

En resumen, despierta y define hacia dónde quieres que se dirija tu vida, luego planifica cómo llegar allí. Porque, al final del día, lo que está en juego es tu futuro. Ahora tienes un propósito y, con él, desafíos diarios que cumplir. Ahí es donde entra en juego la motivación. Claro, habrá momentos en los que la pereza intentará colarse de nuevo, pero tener una dirección clara te ayudará a mantenerte firme y evitar que esos momentos se conviertan en un hábito.

Gracias por estar ahí,

Pablo